En los últimos años se está constatando que la asociación entre la periodontitis y la diabetes es bidireccional. Mientras que la diabetes aumenta el riesgo de sufrir enfermedades periodontales, la periodontitis puede dificultar el control de la glucemia. Pero hay muchas más cosas que unen a ambas enfermedades, y que precisan de un abordaje conjunto por parte de distintos profesionales sanitarios.
1. Enfermedades frecuentes e importantes
La diabetes mellitus incluye un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por el aumento de la glucosa en sangre (hiperglucemia). Es especialmente relevante la diabetes tipo 2, cuya prevalencia se está incrementando a nivel mundial muy rápidamente. Según la Federación Internacional de Diabetes, en 2035 habrá en Europa más de 70 millones de personas con diabetes. En España, alrededor de 5,3 millones de personas mayores de 18 años (más de un 13% de la población), aunque prácticamente la mitad de estas personas no han sido diagnosticadas; el tiempo medio que transcurre hasta obtener el diagnóstico de diabetes puede llegar hasta los 10 años, si se incluye la fase de prediabetes. Las personas con diabetes pueden desarrollar diversas complicaciones asociadas: nefropatías, neuropatías, retinopatías, problemas cardiovasculares, vasculares o cerebrovasculares; actualmente, se considera que la periodontitis sería otra de las complicaciones de la diabetes y un factor de riesgo cardiovascular.
La alta prevalencia de las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) que, junto con la caries, son de las más frecuentes en el ser humano, queda constatada en el hecho de que en España 8 de cada 10 personas mayores de 35 años sufre alguna alteración gingival. Además, se sabe que la periodontitis avanzada es la sexta enfermedad más prevalente del planeta, afectando al 11% de la población mundial.
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria, de etiología infecciosa (bacterias), que afecta los tejidos de soporte dentario provocando su destrucción y, en ausencia de tratamiento, la pérdida de los dientes. En España, en un reciente estudio epidemiológico realizado en población trabajadora se mostraba que el 38.4% tenía periodontitis, cifra que se incrementaba hasta el 65.1% en mayores de 55 años. Las enfermedades periodontales pueden tener consecuencias a nivel local (en la boca) y sistémico (en el resto del cuerpo): a nivel local, la consecuencia más importante es la pérdida de dientes, pero también puede provocar sangrado de encías, mal aliento, retracción, movilidad de dientes, dolor (aunque no es frecuente),...; a nivel del resto del cuerpo, la presencia de gran cantidad de bacterias debajo de la encía hace que puedan pasar a la sangre y, ya sea directamente o por la inflamación sistémica que generan, afectar a otros lugares del organismo, con el consiguiente aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, riesgo de tener parto prematuro o riesgo de descompensación de diabetes.
2. Comparten factores de riesgo
Factores de riesgo para sufrir una diabetes, muchos de ellos asociados con un estilo de vida "occidental", como una dieta pobre (alta en grasas saturadas, sal y azúcar refinada), obesidad, fumar y falta de ejercicio, están también en el origen de la enfermedad periodontal. Además, se han descubierto también factores de riesgo genéticos compartidos por la diabetes y la periodontitis
3. Mecanismos de interrelación
Los mecanismos que explican la relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales son complejos. La activación del sistema inmune participa activamente en la patogénesis de la diabetes mellitus y sus complicaciones, y también en el origen de las enfermedades periodontales. Esta activación está principalmente relacionada con la vía de las citoquinas, que también juega un papel central en la respuesta del huésped frente al biofilm bacteriano periodontal.
Se ha demostrado que en la diabetes hay una alteración en la regulación del sistema inmune, que favorece un estado de inflamación generalizada y mayor riesgo de infecciones, como la periodontitis; por su parte, la periodontitis induce inflamación local de las encías, así como a nivel general, lo que incrementa la resistencia a la insulina y favorece el aumento de la glucemia.
4. La periodontitis influye negativamente en la diabetes, y la diabetes eleva el riesgo de sufrir periodontitis
Una persona con diabetes va a tener un riesgo más alto de sufrir periodontitis (se triplica este riesgo), y de que esta enfermedad periodontal sea más grave y progrese más rápidamente.
A su vez, un paciente con periodontitis va a tener más riesgo de que a lo largo de su vida desarrolle diabetes y va a tener también una mayor predisposición a que se descontrole la glucemia y a sufrir complicaciones asociadas a la diabetes, como las enfermedades cardiovasculares o incluso la muerte, comparado con el paciente con diabetes y sin periodontitis. Se estima que la presencia de periodontitis avanzada multiplica por 6 el riesgo de mal control de la diabetes.
5. La consulta dental, clave para detectar la diabetes
La Sociedad Española de Periodoncia acaba de finalizar un estudio en clínicas dentales seleccionadas de toda España (DIABETRISK) para evaluar la posibilidad de que los dentistas puedan detectar en sus consultas a pacientes con prediabetes o diabetes no diagnosticada.
Este estudio combina la realización de un índice periodontal básico, en el que se valoran parámetros de salud periodontal, con un índice de riesgo de diabetes. A los pacientes que en función de estos índices se les considera de alto riesgo, se les realiza una prueba de hemoglobina glucosilada en la consulta. Los resultados preliminares son muy prometedores, más aún teniendo en cuenta que actualmente hay en España cerca de 2 millones de personas con prediabetes o diabetes no diagnosticada; el hecho de poder identificar a un porcentaje de estos pacientes ayudaría en el diagnóstico precoz y probablemente en evitar gran parte de las complicaciones asociadas, que se producen sobre todo cuando el diagnóstico de la diabetes es tardío.
Un paciente con periodontitis moderada-avanzada, que además tiene sobrepeso, perímetro de cintura aumentado, con antecedentes familiares de diabetes,...es una persona con riesgo de que pueda sufrir prediabetes o diabetes sin saberlo. En esos casos, se aconseja realizar la prueba de la hemoglobina glucosilada en la clínica dental si se dispone de ella y, en caso contrario, enviarlo a su médico de cabecera para que solicite las pruebas necesarias.
6. Recursos sencillos para conocer la salud periodontal y detectar la diabetes
Actualmente se dispone de un “Test de Salud Gingival”, elaborado por SEPA, que permite autoevaluar de forma muy sencilla si una persona tiene riesgo de padecer gingivitis o periodontitis.
De la misma forma, también se cuentan con otros recursos que facilitan la detección precoz de diabetes en la consulta dental. Al registrar los factores de riesgo del paciente en la historia médica, en la clínica dental se puede, además, cuantificar el riesgo de diabetes mediante la utilización de un cuestionario basado en las recomendaciones de la Federación Internacional de diabetes, como es el FIND RISK. Una vez cumplimentado, si se observa un riesgo moderado o alto de tener o desarrollar diabetes en un futuro, se debe remitir al paciente al médico de Familia, para que le realice las pruebas pertinentes que descarten o confirmen una posible diabetes o prediabetes. Además, se puede determinar en el propio gabinete dental, mediante la obtención de sangre por punción capilar, tanto la glucosa como la hemoglobina glicosilada, siendo más fiable el resultado de ésta última.
7. Beneficio del tratamiento periodontal
El tratamiento eficaz de la periodontitis puede reducir el porcentaje de hemoglobina glicosilada, en unos rangos que oscilan entre 0,3-0,6%, lo que equivaldría a la utilización de un segundo fármaco hipoglucemiante. Esto es muy importante, ya que una reducción del 0,2% en la hemoglobina glicosilada se asocia con una reducción del 10% en la mortalidad.
8. Consejos prácticos
Ante una persona diagnostica de diabetes, es recomendable que su dentista o su periodoncista evalúe la salud de sus encías. Si el dentista diagnostica gingivitis o periodontitis, se debe realizar el tratamiento terapéutico y preventivo adecuado, mediante una “limpieza” profesional y/o raspado y alisado radicular.
Una vez realizado el tratamiento adecuado de gingivitis o periodontitis, y para evitar que esta enfermedad vuelva a aparecer, es necesario realizar: una higiene bucodental adecuada, al menos 2 minutos, al menos 2 veces al día, con visitas periódicas de revisión y mantenimiento en la clínica dental, al menos 2 veces al año.
La persona con diabetes requiere una mayor atención odontológica. Por eso, las evaluaciones profesionales periódicas de la salud bucodental son necesarias como parte de los cuidados de la diabetes, dado que las enfermedades de las encías pueden progresar sin dolor y sin síntomas evidentes, especialmente en el caso de los fumadores. Además, se debe tener en cuenta que en personas con diabetes es frecuente que aparezcan otros problemas bucodentales, como sequedad o ardor de boca, infecciones por hongos o peor curación de las heridas.
La prevención es el mejor tratamiento, así que para evitar problemas de las encías y además de realizar una higiene bucodental adecuada diaria, es necesario integrar hábitos de vida saludable. Una alimentación equilibrada y saludable, evitar el tabaquismo, un correcto descanso y la práctica de ejercicio ayudan a mantener y fortalecer la salud. Modificar hábitos y factores de riesgo es complejo, por lo que se debe efectuar una labor de refuerzo constante, algo que el equipo de salud oral tiene la oportunidad de realizar aprovechando las revisiones periódicas del paciente.
9. Crecientes evidencias
En los últimos años están surgiendo múltiples estudios que confirman la estrecha vinculación entre diabetes y enfermedad periodontal, y que ponen de relieve el efecto preventivo que ofrecen unos buenos hábitos de higiene bucodental. Una investigación, dirigida por Tae-Jin Song, del Hospital de Seúl (Corea del Sur), constata que cepillarse la boca tres veces al día reduce el riesgo de diabetes. En concreto, concluyen que el cepillado frecuente de los dientes puede disminuir el riesgo de diabetes de nueva aparición, mientras que la presencia de enfermedad periodontal y un mayor número de dientes perdidos pueden aumentar las probabilidades de padecerla.
Además, recientemente, el equipo de investigación de Ian Chappel ha publicado una revisión sistemática que evidencia como los dentistas podrían desempeñar un papel integral en la identificación de las personas con alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, así como en la detección temprana de la condición en aquellos que no están diagnosticados. Este estudio encontró que el uso de herramientas de evaluación de riesgos como los cuestionarios para pacientes y los análisis de sangre en el punto de atención en un entorno de cirugía dental podría conducir a mejores resultados para los pacientes y a un mejor manejo de la afección.
10. Un trabajo de todos
No solo el trabajo conjunto de todo el equipo de profesionales que integra la consulta dental es básico para detectar precozmente los casos de diabetes o prediabetes, así como para controlar a las personas que ya tienen esta enfermedad, sino que también se obtienen importantes beneficios de la colaboración con otros profesionales de la Medicina, como endocrinólogos, cardiólogos o médicos de Familia. Igualmente, resulta crucial el papel que pueden y deben jugar los profesionales que trabajan en las oficinas de Farmacia, siendo fundamentales a la hora de informar y orientar a sus usuarios, así como para advertir problemas de salud oral que requieran la atención especializada en la consulta dental. La lucha frente a la diabetes implica a todos lo profesionales de la salud.
En los últimos años se está constatando que la asociación entre la periodontitis y la diabetes es bidireccional. Mientras que la diabetes aumenta el riesgo de sufrir enfermedades periodontales, la periodontitis puede dificultar el control de la glucemia. Pero hay muchas más cosas que unen a ambas enfermedades, y que precisan de un abordaje conjunto por parte de distintos profesionales sanitarios.
1. Enfermedades frecuentes e importantes
La diabetes mellitus incluye un grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por el aumento de la glucosa en sangre (hiperglucemia). Es especialmente relevante la diabetes tipo 2, cuya prevalencia se está incrementando a nivel mundial muy rápidamente. Según la Federación Internacional de Diabetes, en 2035 habrá en Europa más de 70 millones de personas con diabetes. En España, alrededor de 5,3 millones de personas mayores de 18 años (más de un 13% de la población), aunque prácticamente la mitad de estas personas no han sido diagnosticadas; el tiempo medio que transcurre hasta obtener el diagnóstico de diabetes puede llegar hasta los 10 años, si se incluye la fase de prediabetes. Las personas con diabetes pueden desarrollar diversas complicaciones asociadas: nefropatías, neuropatías, retinopatías, problemas cardiovasculares, vasculares o cerebrovasculares; actualmente, se considera que la periodontitis sería otra de las complicaciones de la diabetes y un factor de riesgo cardiovascular.
La alta prevalencia de las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis) que, junto con la caries, son de las más frecuentes en el ser humano, queda constatada en el hecho de que en España 8 de cada 10 personas mayores de 35 años sufre alguna alteración gingival. Además, se sabe que la periodontitis avanzada es la sexta enfermedad más prevalente del planeta, afectando al 11% de la población mundial.
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria, de etiología infecciosa (bacterias), que afecta los tejidos de soporte dentario provocando su destrucción y, en ausencia de tratamiento, la pérdida de los dientes. En España, en un reciente estudio epidemiológico realizado en población trabajadora se mostraba que el 38.4% tenía periodontitis, cifra que se incrementaba hasta el 65.1% en mayores de 55 años. Las enfermedades periodontales pueden tener consecuencias a nivel local (en la boca) y sistémico (en el resto del cuerpo): a nivel local, la consecuencia más importante es la pérdida de dientes, pero también puede provocar sangrado de encías, mal aliento, retracción, movilidad de dientes, dolor (aunque no es frecuente),...; a nivel del resto del cuerpo, la presencia de gran cantidad de bacterias debajo de la encía hace que puedan pasar a la sangre y, ya sea directamente o por la inflamación sistémica que generan, afectar a otros lugares del organismo, con el consiguiente aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, riesgo de tener parto prematuro o riesgo de descompensación de diabetes.
2. Comparten factores de riesgo
Factores de riesgo para sufrir una diabetes, muchos de ellos asociados con un estilo de vida "occidental", como una dieta pobre (alta en grasas saturadas, sal y azúcar refinada), obesidad, fumar y falta de ejercicio, están también en el origen de la enfermedad periodontal. Además, se han descubierto también factores de riesgo genéticos compartidos por la diabetes y la periodontitis
3. Mecanismos de interrelación
Los mecanismos que explican la relación entre la diabetes y las enfermedades periodontales son complejos. La activación del sistema inmune participa activamente en la patogénesis de la diabetes mellitus y sus complicaciones, y también en el origen de las enfermedades periodontales. Esta activación está principalmente relacionada con la vía de las citoquinas, que también juega un papel central en la respuesta del huésped frente al biofilm bacteriano periodontal.
Se ha demostrado que en la diabetes hay una alteración en la regulación del sistema inmune, que favorece un estado de inflamación generalizada y mayor riesgo de infecciones, como la periodontitis; por su parte, la periodontitis induce inflamación local de las encías, así como a nivel general, lo que incrementa la resistencia a la insulina y favorece el aumento de la glucemia.
4. La periodontitis influye negativamente en la diabetes, y la diabetes eleva el riesgo de sufrir periodontitis
Una persona con diabetes va a tener un riesgo más alto de sufrir periodontitis (se triplica este riesgo), y de que esta enfermedad periodontal sea más grave y progrese más rápidamente.
A su vez, un paciente con periodontitis va a tener más riesgo de que a lo largo de su vida desarrolle diabetes y va a tener también una mayor predisposición a que se descontrole la glucemia y a sufrir complicaciones asociadas a la diabetes, como las enfermedades cardiovasculares o incluso la muerte, comparado con el paciente con diabetes y sin periodontitis. Se estima que la presencia de periodontitis avanzada multiplica por 6 el riesgo de mal control de la diabetes.
5. La consulta dental, clave para detectar la diabetes
La Sociedad Española de Periodoncia acaba de finalizar un estudio en clínicas dentales seleccionadas de toda España (DIABETRISK) para evaluar la posibilidad de que los dentistas puedan detectar en sus consultas a pacientes con prediabetes o diabetes no diagnosticada.
Este estudio combina la realización de un índice periodontal básico, en el que se valoran parámetros de salud periodontal, con un índice de riesgo de diabetes. A los pacientes que en función de estos índices se les considera de alto riesgo, se les realiza una prueba de hemoglobina glucosilada en la consulta. Los resultados preliminares son muy prometedores, más aún teniendo en cuenta que actualmente hay en España cerca de 2 millones de personas con prediabetes o diabetes no diagnosticada; el hecho de poder identificar a un porcentaje de estos pacientes ayudaría en el diagnóstico precoz y probablemente en evitar gran parte de las complicaciones asociadas, que se producen sobre todo cuando el diagnóstico de la diabetes es tardío.
Un paciente con periodontitis moderada-avanzada, que además tiene sobrepeso, perímetro de cintura aumentado, con antecedentes familiares de diabetes,...es una persona con riesgo de que pueda sufrir prediabetes o diabetes sin saberlo. En esos casos, se aconseja realizar la prueba de la hemoglobina glucosilada en la clínica dental si se dispone de ella y, en caso contrario, enviarlo a su médico de cabecera para que solicite las pruebas necesarias.
6. Recursos sencillos para conocer la salud periodontal y detectar la diabetes
Actualmente se dispone de un “Test de Salud Gingival”, elaborado por SEPA, que permite autoevaluar de forma muy sencilla si una persona tiene riesgo de padecer gingivitis o periodontitis.
De la misma forma, también se cuentan con otros recursos que facilitan la detección precoz de diabetes en la consulta dental. Al registrar los factores de riesgo del paciente en la historia médica, en la clínica dental se puede, además, cuantificar el riesgo de diabetes mediante la utilización de un cuestionario basado en las recomendaciones de la Federación Internacional de diabetes, como es el FIND RISK. Una vez cumplimentado, si se observa un riesgo moderado o alto de tener o desarrollar diabetes en un futuro, se debe remitir al paciente al médico de Familia, para que le realice las pruebas pertinentes que descarten o confirmen una posible diabetes o prediabetes. Además, se puede determinar en el propio gabinete dental, mediante la obtención de sangre por punción capilar, tanto la glucosa como la hemoglobina glicosilada, siendo más fiable el resultado de ésta última.
7. Beneficio del tratamiento periodontal
El tratamiento eficaz de la periodontitis puede reducir el porcentaje de hemoglobina glicosilada, en unos rangos que oscilan entre 0,3-0,6%, lo que equivaldría a la utilización de un segundo fármaco hipoglucemiante. Esto es muy importante, ya que una reducción del 0,2% en la hemoglobina glicosilada se asocia con una reducción del 10% en la mortalidad.
8. Consejos prácticos
Ante una persona diagnostica de diabetes, es recomendable que su dentista o su periodoncista evalúe la salud de sus encías. Si el dentista diagnostica gingivitis o periodontitis, se debe realizar el tratamiento terapéutico y preventivo adecuado, mediante una “limpieza” profesional y/o raspado y alisado radicular.
Una vez realizado el tratamiento adecuado de gingivitis o periodontitis, y para evitar que esta enfermedad vuelva a aparecer, es necesario realizar: una higiene bucodental adecuada, al menos 2 minutos, al menos 2 veces al día, con visitas periódicas de revisión y mantenimiento en la clínica dental, al menos 2 veces al año.
La persona con diabetes requiere una mayor atención odontológica. Por eso, las evaluaciones profesionales periódicas de la salud bucodental son necesarias como parte de los cuidados de la diabetes, dado que las enfermedades de las encías pueden progresar sin dolor y sin síntomas evidentes, especialmente en el caso de los fumadores. Además, se debe tener en cuenta que en personas con diabetes es frecuente que aparezcan otros problemas bucodentales, como sequedad o ardor de boca, infecciones por hongos o peor curación de las heridas.
La prevención es el mejor tratamiento, así que para evitar problemas de las encías y además de realizar una higiene bucodental adecuada diaria, es necesario integrar hábitos de vida saludable. Una alimentación equilibrada y saludable, evitar el tabaquismo, un correcto descanso y la práctica de ejercicio ayudan a mantener y fortalecer la salud. Modificar hábitos y factores de riesgo es complejo, por lo que se debe efectuar una labor de refuerzo constante, algo que el equipo de salud oral tiene la oportunidad de realizar aprovechando las revisiones periódicas del paciente.
9. Crecientes evidencias
En los últimos años están surgiendo múltiples estudios que confirman la estrecha vinculación entre diabetes y enfermedad periodontal, y que ponen de relieve el efecto preventivo que ofrecen unos buenos hábitos de higiene bucodental. Una investigación, dirigida por Tae-Jin Song, del Hospital de Seúl (Corea del Sur), constata que cepillarse la boca tres veces al día reduce el riesgo de diabetes. En concreto, concluyen que el cepillado frecuente de los dientes puede disminuir el riesgo de diabetes de nueva aparición, mientras que la presencia de enfermedad periodontal y un mayor número de dientes perdidos pueden aumentar las probabilidades de padecerla.
Además, recientemente, el equipo de investigación de Ian Chappel ha publicado una revisión sistemática que evidencia como los dentistas podrían desempeñar un papel integral en la identificación de las personas con alto riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, así como en la detección temprana de la condición en aquellos que no están diagnosticados. Este estudio encontró que el uso de herramientas de evaluación de riesgos como los cuestionarios para pacientes y los análisis de sangre en el punto de atención en un entorno de cirugía dental podría conducir a mejores resultados para los pacientes y a un mejor manejo de la afección.
10. Un trabajo de todos
No solo el trabajo conjunto de todo el equipo de profesionales que integra la consulta dental es básico para detectar precozmente los casos de diabetes o prediabetes, así como para controlar a las personas que ya tienen esta enfermedad, sino que también se obtienen importantes beneficios de la colaboración con otros profesionales de la Medicina, como endocrinólogos, cardiólogos o médicos de Familia. Igualmente, resulta crucial el papel que pueden y deben jugar los profesionales que trabajan en las oficinas de Farmacia, siendo fundamentales a la hora de informar y orientar a sus usuarios, así como para advertir problemas de salud oral que requieran la atención especializada en la consulta dental. La lucha frente a la diabetes implica a todos lo profesionales de la salud.